La gonioscopia es una prueba diagnóstica invasiva que se realiza para determinar el ángulo de unión entre el iris y la córnea. Se determina si este ángulo es amplio y abierto o estrecho y cerrado.
Previamente a la realización de la prueba, el oftalmólogo tendrá que instilar unas gotas anestésicas en el ojo a examinar. A continuación, el profesional colocará sobre el ojo una lente de tres espejos (como la que se observa a la imagen). A través de esta lente, podrá examinar el ángulo de unión entre el iris y la córnea.